Comenzó la primavera, después de un invierno de poca actividad para todos, son muchos los pescadores con los que he tenido la oportunidad de hablar sobre la actividad desde diciembre a esta parte que coinciden en un mismo punto, las carpas están más paradas que ningún otro año.
¿A qué se debe esto? Nadie parece saberlo, ni nadie tiene una respuesta lógica, simplemente en los lugares de pesca que frecuentamos la actividad cesó. La famosa freza parece ser la culpable a día de hoy, pero, ¿y meses antes qué hacía que nuestras compañeras no se sintieran atraídas por cebos que en ocasiones anteriores las había vuelto locas?, nadie lo sabe.
Hemos tenido la oportunidad de salir a probar suerte un par de días, con sesiones cortas, en una de ellas con un cebado previo formado por semillas fundamentalmente. El día que cebamos fue el día con más movimiento, consiguiendo que un total de 9 peces tocaran moqueta, la gran mayoría barbos, pero las carpas que sacamos ninguna superaba los 4 kg. La minitalla es algo de lo que no nos libramos en nuestras sesiones, da igual que las bolas sean de 20 mm, de 24 mm o demás técnicas para "seleccionar" el tamaño de la captura, no nos libramos, no se si quizás sea por las zonas que frecuentamos, a lo mejor si vamos a pantanos donde es más "usual" pescar grandes carpas, también nos vamos con minitalla. Pero lo que importa es disfrutar con los amigos, pesquemos lo que pesquemos, que muchas veces la minitalla nos libra del bolo.
Los cebos que más hemos usado han sido los pellets de krill y de hallibut, y los boilies tanto de SK30 y de Squid Liver and Black Pepper de Dynamite Baits, como repito los más usados, también hemos probado con boilies de piña de DT por ejemplo. Probamos con boilies de Crave de Dynamite Baits también, con un remojo de Frankfurt de Senzor Planet, con el que tuvimos una curiosa picada. Estábamos tranquilamente hablando cuando de repente una de las alarmas nos avisó, dio tiempo a mirar como la caña intentaba saltar del rod-pod a la vez que el carrete soltaba hilo, y como el rod-pod se giraba e intentaba volcar, no dio tiempo a más, sonó un latigazo antes de levantar la caña y me dí cuenta que había roto. No sabemos que podía ser, sólo sabemos que picó y rompió, mi curiosidad me puede en circunstancias así, saber que podía haber al otro lado de la línea, quizás no era una carpa descomunal y simplemente topó con algo que seccionó el hilo, o quizás era la carpa más grande que jamás he podido sacar, no lo sabemos, ni lo sabremos, lo que nos dejó mal sabor de boca es saber que fuera lo que fuera anda con el anzuelo puesto todavía, esperemos que se lo haya podido quitar ella sola.
No han sido nuestras mejores sesiones, eso está claro, pero siempre hay que quedarse con lo bueno, con la compañía y con poder disfrutar al aire libre de un hobbie que nos apasiona. A continuación os dejo unas fotos de lo poco que nos han dejado ver, pero como ya he dicho, esto nos salva del bolo.
El Club de la Carpa no descansa. CAPTURA Y SUELTA.
Ángel BG
