Vacaciones de Semana Santa, eso para nosotros significaba juntarnos todos e ir a pescar. Aquí contamos lo que fue la única sesión que pudimos hacer con todos los miembros, y con algún nuevo partícipe de nuestro modesto equipo.
Aunque esta no ha sido una época demasiado buena para nosotros en lo que a capturas se refiere, hemos tenido la oportunidad de probar cosas nuevas, de hacer cosas nuevas, y como no, de estar con los amigos.
Viernes 18, bien temprano estábamos en pie, tomando rumbo al pesquil sin tiempo que perder, sabíamos que si llegábamos un poco tarde nos quedaríamos sin un sitio bueno para poder tentar a los peces.
A las 7'40 ya estábamos a la orilla del agua, impacientes por preparar todo y por lanzar nuestras cañas. Sergio, como no podía ser de otra manera, en un abrir y cerrar de ojos ya tenía sus cañas montadas y todo colocado, sólo le faltaba colocar los cebos y listo, para variar, Pedro y yo solo teníamos montados los rodpods. Antes de nada decidimos preparar para cebar, utilizamos cañamón cocido, maíz y engodo de cañamón dulce de la marca Vital Baits, una vez todo bien mezclado, Pedro, maestro cebador, se dispuso a cebar con su cohete Spomb. Una vez cebado, sólo nos quedaba elegir cebos y sentarnos a esperar que empezara el baile.
Cuando ya teníamos todo preparado, llegaron mi padre y Sergi, mi padre se colocó a un lado de Pedro mientras nosotros enseñábamos a Sergi como preparar la caña, era la primera vez que venía con nosotros de pesca, y nos alegró poderle enseñar lo poco que sabemos.
Una vez todas las cañas echadas al agua, empezó el movimiento, el primero en estrenar la jornada fue Pedro, una bonita carpa royal sucumbió a los pellets de halibut, cebo que solemos utilizar siempre en nuestras sesiones, fue hacer la foto, curarle las heridas y de nuevo al agua.
Eran sobre las 11 y de momento sólo llevábamos una carpa royal, como bien he dicho al principio, no es de nuestras mejores sesiones, más bien al contrario. Pero los peces no se iban a hacer esperar mucho más, mientras seguíamos explicándole a Sergi montajes, me tocó el turno a mi, llegué hasta la caña para clavar al pez, en esta caña había puesto maíz con un remojo de caramelo, después de recoger y "pelear" con él, justo llegando a la orilla lo perdí, el chasco fue mayúsculo, pero son cosas que suceden.
Pasaban 5 minutos cuando el "novato" Sergi, nos sorprendía corriendo hacia su caña para sacar el que sería su primer barbo, barbo que entró al maíz con remojo de caramelo. Siempre nos alegramos de las capturas de los compañeros, y ésta vez más aún ya que era su primer barbo.
Acto seguido sonó la alarma de una de mis cañas y conseguimos sacar otro barbo, éste con pellets de Scopex. Según lancé de nuevo la caña con Scopex, volvieron a picar en esa misma caña, otro barbo pero esta vez era comizo.
De momento la cosa se había animado, pero hasta después de comer no volveríamos a tener movimiento. Las peores horas del día iban pasando lentamente, hacía mucho calor, los peces estaban menos activos y a nosotros nos costaba levantarnos de nuestros respectivos asientos. Resguardados debajo de las sombrillas, solo salíamos si nos movían alguna caña, y asi fue, de pronto picada en una de las cañas de Sergio, el que estrenaría su día con una bonita carpa, entró a maíz, cebo que siempre usa Sergio en todas sus sesiones, es una persona con las ideas muy claras y una pieza clave en nuestro equipo.
Al rato sonó una alarma de nuevo, esta vez fue una caña de Pedro, el que fue raudo y veloz a clavar el pez, volvía a ser una carpa, esta vez común, la que entró a pellets de fresa. Una vez devuelta al agua, como todos los peces sacados, volvimos a nuestros respectivos puestos de vigilancia a la sombra, y sin darnos cuenta ninguno, Sergi, el "novato", estaba sacando otra carpa, la picada sólo la vio él y sólo nos dijo algo para que alguno nos ocupáramos de la sacadera. La carpa entró de nuevo a maíz con remojo de caramelo, un cebo que le gustó bastante a Sergi, y aunque utilizó por breves momentos del día los pellets de halibut, decidió volver a su cebo "talismán".

La jornada aún no siendo de las mejores, a estas alturas no pintaba mal, podíamos contar con 4 carpas y 3 barbos, observando el resto de los pescadores que teníamos a nuestro alrededor la verdad que no nos podíamos quejar, pero aún así todos queríamos más. Y fue poco antes de recoger cuando Sergio volvió a pescar para decantar la balanza a favor de las carpas.
Después de la segunda carpa de Sergio y octava captura del día no hubo más movimiento, y poco tardamos en recoger los aparejos para irnos.
En general el día estuvo perfecto, no puede ser de otra manera cuando estás haciendo lo que te apasiona rodeado de gente que comparte tu afición. Lo mejor del día fue la participación de Sergi en una jornada de nuestro equipo, ya que todos nos alegramos de que pescara porque significaba que en un futuro querrá volver y cuantos más seamos en el equipo mucho mejor.
El Club de la Carpa no descansa. CAPTURA Y SUELTA.
Ángel B. G.